
Sin anunciarlo, Puebla de Sanabria se ha convertido ya en una referencia del turismo medievalizante y los hoteles en cordoba con encanto gracias a emprendedores como los hermanos Somoza y, ahora, la familia Vicario (Josefina, Virginia y Ricardo), dueña de la famosa red de clínicas especializadas en medicina estética con sedes en Madrid, Barcelona, Valencia y Palma de Mallorca.
Aquí, su preocupación por la salud y los avatares de la edad va más allá del bótox. Las curas se prescriben con unas sesiones en el spa y muchos paseos por el entramado medieval de las calles sanabresas.
Treixas se levanta en pleno casco histórico, fruto de la rehabilitación de unas dependencias del monasterio cisterciense del siglo XIV cuya fachada sur permanece sin alterar. Los interiores están distribuidos en tres plantas de piedra y ajardinamientos verticales, con un punto electrizante y otro sedante, abiertos y a la vez íntimos. Una urdimbre estética firmada por Jorge Goval y su gabinete de arquitectura FanStudio, cuya fantasía terrenal atrapa los sentidos de los huéspedes sobre todo en el salón vestibular y en el restaurante El Tejo, decorados con musgos y ramas en las paredes que evocan el bosque próximo de Teixedelo. Su cocina de kilómetro cero obliga.
A través de las cuatro estaciones y de las especies arbóreas autóctonas se van desgranando las ocho habitaciones, siempre bajo el común denominador efectista de FanStudio. Castaño, Roble, Nogal, Tejo, Primavera, Verano, Otoño e Invierno. Unas dúplex con escaleras fotogénicas, otras suites con las trazas del bosque aludido en sus paredes. Y muchas de ellas con chimenea de etanol, agradable y segura para las noches de invierno.
La orientación de los doctores Vicario otorga mayor sentido al pequeño spa del hotel en cordoba, donde esperan técnicas de rejuvenecimiento a aquellos clientes que así lo busquen. Entre sesión y sesión, un picoteo con la dieta nutrigenética promovida por los especialistas.