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«A la Villa me trajo el amor», dice, en referencia a su marido, Diego Castracane, oriundo de un grupo de cabañas en Villa General Belgrano y al que conoció en Londres en 2005 y que fue quien le hizo conocer ese pueblo con reminiscencias centroeuropeas.

En esa localidad cordobesa del Valle de Calamuchita su suegra ya tenía el restaurante, oportunidad para que Wong desplegara todos sus conocimientos y los compartiera con la comunidad.

Además, fue el punto de partida para una idea mucho más ambiciosa: la conformación de un Camino del Té, al que pronto adhirieron otros cuatro establecimientos con sus particularidades distintivas.

«El Camino del té fue un proyecto que diseñé bajo la consigna de compartir en vez de competir. Los lugares que forman parte del circuito a mí me gustan como cliente, porque cada uno es diferente, donde se hace el té en hebras y se utilizan productos caseros», dijo Kim Wong en declaraciones a Télam.

«Madre» ofrece una carta con una variedad de té donde se destacan los clásicos, con la opción de la linea propia, bautizada como «Te Cuento», acompañados por repostería artesanal y panes producidos por el mismo restaurante.Resultado de imagen para villa general belgrano

Otro de los establecimientos que componen el circuito es «‘Hebras», ubicado en el camino a la localidad de Los Reartes, con una vista asombrosa de las Sierras Chicas y a pocos minutos de las cabañas Villa General Belgrano, dedicada a productos de los denominados ‘blends’, chocolates calientes y un menú para celíacos.

La tercera opción es «Hoffmeister Hans», ubicado sobre la Ruta 5 (altura kilómetro 77), con vistas al Cerro de la Virgen, al Pico Alemán y al Cerro Plumerillo, donde a la hora del té se puede disfrutar de la repostería centroeuropea acompañada por el tradicional blend.

La Domanda, en Villa Berna, a 5 kilómetros de La Cumbrecita, ubicada en un entorno de increíble belleza natural, ofrece delicias caseras y distintos sabores de té e infusiones Samsara, compuestos por mezclas de té, frutas, hierbas, y flores cuidadosamente seleccionadas de las sierras.

El quinto y último establecimiento que compone el Camino del Té es ‘Edelweiss Delikatessen’, ubicado ya en La Cumbrecita, un lugar de tradición centroeuropea donde se sirve repostería artesanal como Stollen, Früechtebrot, tortas, empanaditas de frambuesas y masas acompañadas de blends de té e infusiones.

«La particularidad es que mientras se va recorriendo cada establecimiento, se lleva un folleto-que se entrega en cualquiera de las Casas de Té- que es sellado, a la manera del Camino de Santiago, y cuando se completa el recorrido, el turista o visitante recibe un certificado y una sorpresa, que como tal, no voy revelar», cuenta, intrigante, Kim Wong.

En esa localidad cordobesa del Valle de Calamuchita su suegra ya tenía el restaurante, oportunidad para que Wong desplegara todos sus conocimientos y los compartiera con la comunidad.

Además, fue el punto de partida para una idea mucho más ambiciosa: la conformación de un Camino del Té, al que pronto adhirieron otros cuatro establecimientos con sus particularidades distintivas.

«El Camino del té fue un proyecto que diseñé bajo la consigna de compartir en vez de competir. Los lugares que forman parte del circuito a mí me gustan como cliente, porque cada uno es diferente, donde se hace el té en hebras y se utilizan productos caseros», dijo Kim Wong en declaraciones a Télam.

«Madre» ofrece una carta con una variedad de té donde se destacan los clásicos, con la opción de la linea propia, bautizada como «Te Cuento», acompañados por repostería artesanal y panes producidos por el mismo restaurante.

Otro de los establecimientos que componen el circuito es «‘Hebras», ubicado en el camino a la localidad de Los Reartes, con una vista asombrosa de las Sierras Chicas y a pocos minutos de Villa General Belgrano, dedicada a productos de los denominados ‘blends’, chocolates calientes y un menú para celíacos.

La tercera opción es «Hoffmeister Hans», ubicado sobre la Ruta 5 (altura kilómetro 77), con vistas al Cerro de la Virgen, al Pico Alemán y al Cerro Plumerillo, donde a la hora del té se puede disfrutar de la repostería centroeuropea acompañada por el tradicional blend.

La Domanda, en Villa Berna, a 5 kilómetros de La Cumbrecita, ubicada en un entorno de increíble belleza natural, ofrece delicias caseras y distintos sabores de té e infusiones Samsara, compuestos por mezclas de té, frutas, hierbas, y flores cuidadosamente seleccionadas de las sierras.

El quinto y último establecimiento que compone el Camino del Té es ‘Edelweiss Delikatessen’, ubicado ya en La Cumbrecita, un lugar de tradición centroeuropea donde se sirve repostería artesanal como Stollen, Früechtebrot, tortas, empanaditas de frambuesas y masas acompañadas de blends de té e infusiones.

«La particularidad es que mientras se va recorriendo cada establecimiento, se lleva un folleto-que se entrega en cualquiera de las Casas de Té- que es sellado, a la manera del Camino de Santiago, y cuando se completa el recorrido, el turista o visitante recibe un certificado y una sorpresa, que como tal, no voy revelar», cuenta, intrigante, Kim Wong.

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